El Mercedes One-Eleven hace aquello para lo que fue creado: llamar la atención en el recinto ferial.
Los concept cars no siempre tienen por qué ser útiles. Es bueno que los diseñadores también puedan diseñar algo que no tenga que llegar a producción. Y si eso también queda claro desde el principio, nadie se queda contento con un callejón sin salida. ¿Buscas una moto? Encuéntrala en Moto segunda mano Madrid.
El Mercedes One-Eleven es uno de esos coches. Obviamente, se trata de un concept car y seguirá siéndolo, pero mola. Sobre todo porque rinde homenaje a un prototipo anterior de Mercedes: el C111 de los años setenta. Esperábamos que Mercedes presentara los dos coches juntos en el IAA, pero desgraciadamente tenemos que conformarnos con el One-Eleven. Una lástima.
Al final, tampoco hace falta ver los coches uno al lado del otro. Sobre todo si te fijas en el morro, está más que claro que el C111 fue la inspiración. Las puertas Gullwing y el color naranja dorado (que queda muy bonito bajo las luces de feria) también están obviamente inspirados en ese coche.
Hay que decirlo: el One-Eleven parece muy futurista, con su parabrisas plano. Quizá sea demasiado futurista, pero es un concept car. Lo mismo ocurre con el interior, que parece muy «bling bling» con asientos plateados brillantes.
Al igual que el C111 de los años 70, el Vision One-Eleven también alberga otra pieza especial de tecnología. En concreto, este coche cuenta con un «motor de flujo axial», que también se expone por separado en el stand de Mercedes. Este motor eléctrico es más ligero, potente y eficiente que el habitual motor de flujo radial.
Quizá algún día veamos ese motor eléctrico en un Mercedes de producción, pero por lo demás el Vision One-Eleven es un típico coche de exposición. Así que si quieres verlo en la vida real, tendrás que asistir al IAA, o esperar a que este concept car acabe en el Museo Mercedes. Con suerte, estará junto al C111.