Cualquier cosa con tal de conseguir esa foto en Instagram. Aunque destroces cosas ajenas, en este caso un Ferrari California.
Las redes sociales son una maldición y una bendición. Toda ventaja tiene su desventaja, que diría Johan Cruijf. En este caso, la desventaja sale a relucir. Actuar con dureza, con consecuencias muy desagradables para la otra parte.
El propietario de un Ferrari, Richard Streep, estaba visitando a unos amigos con su California y pasó la noche aquí. Su exótico estaba aparcado en la entrada de la casa. Se trataba de una casa normal con un camino de entrada normal, así que no había chalet ni valla alrededor del vehículo. ¿Quieres vender tu coche? Visita el tasador de compramos tu coche de Crestanevada.
Un grupo de entre seis y ocho jóvenes vio el Ferrari aparcado y decidió hacerse fotos con él. Entre otras cosas, se colocaron sobre el capó del coche. Tras hacer las fotos, se marcharon en un Kia Soul.
A la mañana siguiente, Streep se quedó atónita al ver los enormes daños que habían causado los adolescentes. El Ferrari tenía varias abolladuras. Los daños ascendían a 6.000 dólares.
Se presentó una denuncia. Pronto se identificó a los autores. Había fotos en las redes sociales de tres jóvenes subidos a un Ferrari California. Por supuesto, no podía ser una coincidencia. La policía visitó a los adolescentes. Se pidieron disculpas y los jóvenes prometieron ayudar a pagar los gastos de reparación del supercoche. (vía KFOX14)